Transformá deuda mala en buena

La reciente baja de tasas de interés en Argentina, que pasó del 118% en agosto de 2023 a 66,1% en promedio actualmente, ofrece una gran oportunidad para quienes buscan mejorar su situación financiera.

Transformar deudas malas, como aquellas que sacamos en plazos cortos o a tasas altas, en deudas más manejables es clave para estabilizar las finanzas. Este proceso puede aliviar la presión financiera y abrir las puertas a una mejor capacidad de gasto.

Además, estas deudas suelen tener un plazo de pago que va de mediano a largo plazo, lo cual complica aún más su manejo. Cuando las cuotas de estas deudas afectan nuestra situación financiera y representan más del 40% o 50% de nuestros ingresos, es imperativo buscar una solución.

Las deudas que tienen altas tasas de interés, plazos extensos y son difíciles de pagar son las candidatas para este proceso. Una vez identificadas, podemos buscar “liquidarlas” tomando otra deuda que ofrezca mejores condiciones. Con las tasas de interés ahora promediando un 66,1%, se puede utilizar este cambio a nuestro favor para reducir el costo total de las deudas.

1. Chequeá si tu deuda mala es precancelable: Verificá los términos de tu deuda actual. Si puedes cancelarla antes de la fecha de vencimiento sin penalidades significativas, es un primer paso importante para mejorar tu situación.

          2. Buscar liquidarla tomando otra deuda mejor: Investiga opciones de crédito que ofrezcan tasas de interés más bajas. Si actualmente tu deuda tiene condiciones desfavorables, una nueva deuda con condiciones más favorables podría ser la solución.

          3. Consolidar, juntar las deudas: Una vez que tengas una idea clara de tus deudas, sumá el total y considera obtener un préstamo que cubra ese monto total. Consolidar tus deudas te permitirá gestionar un único pago mensual, aumentando la claridad y el control.

          4. Tener mayor flujo de ingreso mensual disponible: Al establecer un nuevo préstamo con tasas más bajas y mejores plazos, podrás reducir el monto mensual que destinas al pago de la deuda. Esto liberará ingresos que podrás utilizar para otros gastos, ahorros o inversiones.

            Para ilustrar esto, consideremos un ejemplo práctico:

            Analizando el impacto en las finanzas mensuales, inicialmente, el porcentaje del ingreso dedicado a la deuda mala representa un 41,4%, una carga considerable. Al transformar esta situación, el porcentaje dedicado a la nueva deuda baja al 17,6%. Este cambio no solo reduce el pago mensual en $178.658, sino que libera más del 23,8% del ingreso mensual, permitiendo destinar esos fondos a otros gastos, ahorros o incluso inversiones.

            Una vez realizadas estas modificaciones, es fundamental no solo enfocarse en la deuda. La mejora en el flujo de caja debe ser también canalizada hacia el ahorro o la inversión. Esto no sólo consolida la posición financiera de la persona, sino que también crea un colchón para situaciones futuras. La clave está en una gestión consciente y estratégica de los recursos disponibles.